Os presento a George, un ejemplo de envejecimiento exitoso. Vía @MeridiaDF #Mayores


Comparto con vosotros un post de mis amigos de Meridia, que nos cuenta cómo conocieron a George, un señor mayor que TRABAJA en Disneyland. Con sus 87 años sigue activo y comprometido con la vida yendo cada día a trabajar. Me parece un muy ejemplo para mostrar, dar a conocer y derribar prejuicios sobre las personas mayores

Los años nos hacen diferenciarnos cada vez más, con lo cual, ningún mayor es igual a otros. Los no son iguales, al igual que el resto de personas, como se suele decir, cada persona es un mundo, ¿porqué los mayores no?

______________________________________________________________________________________

EN UN RINCÓN DE DISNEYLAND: LA  ALEGRÍA DE LOS MAYORES 

August 5, 2014

«La semana pasada tuve la gran fortuna de irme con mi familia a Disneylandia. Fue una experiencia maravillosa compartir con mis nietos su primera salida fuera del país y ver su alegría al llegar a este mágico lugar.

El subirme con ellos a los juegos (no a todos) fue una gran emoción especial para mi porque me doy cuenta que todavía tengo la energía para eso y conservo mi capacidad de asombro. Y justamente cuando estábamos haciendo fila para subirnos a uno de ellos, tuve la suerte de conocer a George, un encantador adulto mayor cuya foto les comparto.

En lo poco que pude platicar con él me dijo que tiene 87 años de edad, que vive con su esposa y que hace 3 años trabaja en el parque de Disneylandia y que disfruta mucho de su trabajo, que consiste en barrer una gran área del parque, y a pesar de su edad y de estar toda la mañana bajo el fuerte sol de California, que ese día era de poco más de 30°, no pierde la sonrisa que ves en la foto, y además le hace honor al botón que porta que dice: «Happily Ever After» (Por siempre feliz). Que por cierto me regaló y lo he adoptado como lema de vida. Dios bendiga a todos los Georges del mundo.»

ELSA POMAR: EMBAJADORA DE MERIDIA. Centro de Día para Adultos Mayores.

Desarrolla tu autoestima, paso 1. #EnvejecimientoSaludable #Mayores


Buenos días.

Hoy escribo sobre la autoestima en la persona mayor. Este es un aspecto clave a tener en cuenta a todas las edades, ya que afecta a todas las áreas de nuestra vida, pero tal vez de un modo más evidente a una edad avanzada.

soledad de ancianos

¿Por qué? En primer lugar, los estereotipos y opiniones sobre las personas mayores siguen siendo hoy día negativos, no obstante, se está evolucionando hacia una imagen más positiva. Con respecto a esto, algunas de las percepciones sobre las personas mayores son, según el informe de 2010 del IMSERSO, «no pueden valerse por sí mismas y necesitan cuidados» o «están muy solos». Cabe resaltar, que las percepciones más negativas fueron dadas, en mayor medida, por el grupo integrado de las personas mayores entrevistadas. Es por ello que creo importante tratar el tema de la autoestima en mi blog.

El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta a todas las áreas de nuestra vida, determinando nuestra interpretación de los acontecimientos y nuestra reacción ante ellos. A modo de ejemplo, son características de una baja autoestima un deseo excesivo de agradar, ser exigente consigo mismo o una hipersensibilidad a las críticas. A la larga, puede conllevar problemas de depresión y ansiedad, entre otros muchos. Nathaniel Branden sostiene que la autoestima positiva es el requisito fundamental para vivir una vida plena, cuyos componentes son la suma de la confianza y el respeto por uno mismo.

Así, tener una autoestima adecuada implica:
Autoeficacia: confianza en nuestra capacidad de pensar y de enfrentarnos a los desafíos básicos de nuestra vida.
Respeto por uno mismo, por el simple hecho de ser persona. DERECHOS ASERTIVOS BÁSICOS.

La autoestima siempre es una cuestión de grado, un continuo, en el que cada uno tendrá una autoestima más o menos alta/baja. Desarrollar la autoestima siempre es importante, porque ésta determina cómo vamos a vivir nuestra vida y se relaciona con:

– Ser más creativos.
– Estar más preparados para afrontar situaciones estresantes y salir fortalecidos de ellas.
– Estar más predispuestos a conseguir nuestras metas.
– Ser más propensos a respetar a los demás.
– Tendremos más posibilidades de entablar relaciones positivas y enriquecedoras.

La belleza está en los ojos del que mira.

La autoestima no viene dada por el conocimiento, las conquistas amorosas o el dinero; es, en palabras del Sr. Branden, una experiencia íntima, es lo que pienso y siento sobre mi mismo. Así, el autor comenta que «el estado de una persona que no está en guerra ni consigo misma ni con las demás, es una de las características más significativas de la autoestima».

¿Qué hacer para desarrollar la autoestima?

Hoy os propongo el primer paso, para que lo trabajéis durante esta semana:

1. – Vive el momento

Vivimos cada día, como suele decirse, «con el automático puesto». Es muy común que realicemos nuestras actividades diarias de manera automática, mediante nuestro insconsciente, para procesar la información de un modo más rápido pues, procesar la información de manera consciente sería más lento y no nos daría tiempo de responder adecuadamente a muchos de los estímulos.

Vivir conscientemente significa poner atención en todo aquello que realizamos, centrar la mente en el presente. Si vamos caminando, poner atención en lo que vamos viendo, cómo nos movemos, cómo nos sentimos, etc., en lugar de ir pensando en eventos próximos o ya pasados.

Realizar este ejercicio continuamente ayuda a trabajar nuestra memoria. La mayor parte de nuestro fracaso se debe, principalmente, a que no hemos estado atentos a ello. Por el contrario, al realizar nuestros actos de manera consciente, prestamos atención y se memoriza, resultándonos más fácil recordar. Por ejemplo, solemos realizar muchos actos de manera inconsciente, como cerrar el coche con llave, soltar las llaves al entrar en casa, apagar el gas en la cocina, etc.

Así, os propongo que trabajéis el estar conscientes el mayor tiempo posible, pensando y sintiendo:

– ¿Qué estoy haciendo ahora?Envejecer Activo
– ¿Qué estoy pensando, viendo o escuchando?
– ¿Qué sensación física tengo?
– ¿Qué postura corporal tengo,
o qué movimientos estoy realizando?

– ¿Cómo me siento?

Espero que lo practiquéis y os guste. 

Saludos,
Silvia Adame Fernández.
Psicóloga, Máster en Gerontología.
Miembro de la Comisión de Psicología del Envejecimiento del COPAO.
Miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva.Envejecer en positivo