Entrevista a Silvia Adame, psicóloga especialista en gerontología
La jubilación trae consigo muchos cambios en la vida de la persona. En primer lugar, la persona pasa de tener una ocupación a tener todo el tiempo del mundo. Además, se da un cambio de estatus, pasando de ser trabajador a jubilado; un cambio socioeconómico, en la red social, entre otros. Por ello, es necesario preparar la jubilación con antelación, siempre que se pueda, adelantándonos a esos cambios para llevarlos de la mejor manera posible.
En la preparación para la jubilación son importantes aspectos como el autoconocimiento, de cara a realizar actividades que siempre nos han gustado o hemos querido realizar; organizar el tiempo libre; mantener, reforzar y/o aumentar los contactos sociales; pero sobre todo, tener metas y objetivos, que son los que nos hacen tener algo por lo que vivir.
La parte psicológica también es muy importante una vez hemos superado la frontera entre el trabajo y el retiro. ¿Cuáles dirías que son las principales actuaciones para un envejecimiento más saludable, desde el punto de vista de la psicología?
Serán beneficiosas todas aquellas actividades que refuercen las destrezas y competencias personales, manteniendo a la persona activa social, física y mentalmente. Por ello, es importante ejercitar la mente, un ejercicio físico continuado, repercutiendo este último en el estado de ánimo, el estrés y la ansiedad y el funcionamiento intelectual, entre otros.
Además, realizar numerosas actividades, como actividades agradables y conductas altruistas de apoyo, como el voluntariado, tienen implicaciones positivas en la persona, además de favorecer una continua estimulación.
Una de los principales temores de las personas con familiares en edad avanzada es la aparición de demencias. ¿Podrías ilustrarnos con alguna señal de alarma para detectarlas rápidamente?
El fallo de la memoria reciente es el principal indicador de que algo está cambiando. La mayoría de las demencias van precedidas de deterioro cognitivo leve (D.C.L.). Hay que estar atentos ante fallos de la memoria, si descolocan las cosas; problemas con el lenguaje (no encuentra la palabra), desorientación espacial y/o temporal, si se observa un deterioro en el razonamiento y el cálculo, así como si se ve afectada la realización de las actividades de la vida diaria.
A día de hoy la demencia no tiene cura, pero según los trabajos de algunos expertos, puede minimizarse el avance e incluso hasta detenerse. ¿Qué opinión tienes al respecto? ¿Tienes alguna línea maestra a seguir en estos casos?
Dado que a día de hoy todavía no se conocen sus causas ni su curación, aunque sí su inicio y algunos factores asociados, no creo que se pueda asegurar que tal o cual factor pueda evitar o prevenir las demencias, como el Alzheimer, una de las más comunes y más estudiadas. Sin embargo, sí estoy convencida de que se puede postergar su aparición y ralentizar su evolución mediante las terapias de psicoestimulación y farmacológicas. Lo más importante, por lo tanto, es la prevención.
A la hora de intervenir a través de la estimulación cognitiva, y conociendo las fases generalizadas del deterioro cognitivo, trato de trabajar aquellas capacidades en las que hay cierta dificultad, para mantenerlas el mayor tiempo posible y potenciar las capacidades preservadas, reduciendo el avance del deterioro cognitivo.
A menudo se asocia la vejez con la dependencia. Sabiendo que en cierta medida esto es inevitable, creemos que ciertos hábitos de vida nos pueden ayudar a minimizar esta dependencia con la madurez. ¿Nos darías unos breves consejos al respecto?
Para postergar la aparición de dependencia es aconsejable llevar un estilo de vida activo y saludable. Para ello, se debe hacer una buena distribución del tiempo del que disponemos. Es importante llevar una alimentación sana y equilibrada, realizar ejercicio físico con regularidad, dedicar tiempo al autocuidado, mantener y aumentar las relaciones sociales, así como al ocio y tiempo libre. Resumiendo, lo más importante es la actividad física, mental y social, implicándose en múltiples actividades que generen satisfacción.
Sabemos que estás interesada en la afectividad y la sexualidad entre personas mayores, una cuestión que puede ser considerada como tabú en nuestra sociedad. Muchos expertos lo ven como una parte esencial para una vida plena, ¿qué opinión tienes al respecto? ¿Cómo podemos ayudar a romper las barreras psicológicas que tenemos?
Parece que nos cuesta imaginar que las personas mayores tienen deseos sexuales y se considera como un acto deshonesto, sólo por el mero hecho de ser mayores. Nos cuesta imaginar que nuestros familiares mayores tienen esas necesidades o practican sexo. Hay que cambiar la visión de la sociedad acerca de la sexualidad en la vejez. Para romper esas barreras, debemos entender que, como personas que somos, tenemos necesidades sexuales y afectivas independientemente de la edad y que, la expresión de la sexualidad no tiene porqué incluir el coito. Pueden ser caricias y/o cualquier acto que implique placer.
Como buena conocedora la de la relajación en la imaginación, ¿podrías explicarnos de forma sencilla de qué se trata? ¿Cómo puede ayudar a nuestros mayores?
La relajación en la imaginación es un tipo de relajación que se realiza a través de la evocación de imágenes mentales, que producen un alto grado de relajación, con la ayuda de música relajante para la persona. Consiste, pues, en imaginar situaciones agradables, donde la persona se siente completamente segura y tranquila, como darse un baño relajante, tumbarse en un prado y sentir el calor producido por los rayos del sol sobre nuestro cuerpo, o pasear por la arena de una playa desierta. Al conseguir un estado de relajación y desconexión de nuestra mente, el cuerpo también se relaja. Para que la relajación en la imaginación funcione correctamente, hay que practicar. Su práctica continuada produce efectos beneficiosos sobre la salud.
Además de los efectos beneficiosos sobre la salud que puede tener su uso con personas mayores, sirve para mejorar funciones cognitivas como la atención y la concentración. También sirve para desconectar un poco de nuestras vidas y los problemas, ya que nos sentimos muy bien y podemos vivir mentalmente cualquier situación agradable. Por ejemplo, podemos ver fotos de un lugar que nos guste y después practicar imaginando que lo visitamos y pasamos allí un rato agradable. Al evocar emociones positivas, provoca también en la persona un mayor bienestar tras la relajación. Por lo tanto, su uso con personas mayores tendría efectos beneficiosos para su salud física y mental.
En eldersarea creemos que la tecnología puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, fomentando el envejecimiento activo y facilitando ciertas tareas habituales. ¿Utilizas alguna nueva tecnología en tu trabajo diario en gerontología?
Para empezar, siempre que imparto un taller, lo hago usando Power Point. Además, en uno de los centros de mayores donde he estado (y voy a menudo de visita) intervenimos en estimulación cognitiva con un programa de ordenador táctil llamado Gradior. A los mayores les gusta mucho e incluso algunos discuten por ser los primeros en “jugar” con el ordenador. Por último, en Cruz Roja, donde voy como voluntaria una vez por semana, estamos impartiendo un taller de iniciación a las nuevas tecnologías, ya que creemos que es muy importante para las personas mayores la adaptación a los cambios de la sociedad.
Las personas mayores demandan una mayor independencia con garantías, ¿consideras que no estamos aprovechando el potencial de la tecnología para ayudarles en este sentido? ¿Cómo podemos avanzar en ello?
Creo que, en este sentido se podría hacer mucho más. Se invierte tiempo y recursos para un envejecimiento activo, se promociona también el uso de las nuevas tecnologías para ello, pero no llega a todos los mayores que se podría llegar. No se dedican los suficientes recursos y creo que se debería hacer mejor, porque hay una gran brecha tecnológica que va a producir mucho sentimiento de soledad. Las tecnologías están cada día más presentes en nuestra vida diaria, pasamos el día pegados al móvil con el Whatsapp, por ejemplo, y nuestros abuelos no suelen entender la mitad de las conversaciones sobre Facebook, Twitter o Whatsapp. Yo lo estoy observando en mis reuniones familiares. Se quedan aislados en las conversaciones y, si esto aún no pasa mucho, sí va a pasar en muy poco tiempo, a no ser que se introduzca aún más a nuestros mayores en estas tecnologías.
Por supuesto, las nuevas tecnologías son importantísimas para mantener a nuestros mayores el mayor tiempo posibles en sus casas, ofreciendo seguridad y conexión con el mundo exterior. Este es un aspecto muy importante también, en el que ya está trabajando.
Podríamos trabajar en ello también usando más los ordenadores desde las asociaciones u organizaciones como Cruz Roja, mediante el voluntariado, por ejemplo, yendo a casas de personas mayores una vez a la semana para explicarles y ayudarles a solventar problemas con el ordenador. Tampoco me lo he planteado antes, pero el voluntariado puede hacer mucho bien y se puede utilizar en este ámbito.
Para terminar, y siendo conscientes de la importancia de la cultura para una vida plena, queremos seguir una tradición para conocernos mejor por medio de nuestros gustos. Dinos una película, una canción y un libro que eres capaz de revisitar de tiempo en tiempo.
“En busca de la felicidad”, de Will Smith es una película que me motiva ya que el protagonista, a pesar de las adversidades y con su persistencia y alta motivación, consigue su objetivo tras mucho esfuerzo y dedicación. Una canción que me gusta muchísimo, flamenquilla, es “El sabor de la vida”, de Navajita Plateá. Por último, un libro que siempre tengo a mano y del que leo partes de vez en cuando es el famoso libro “Fish”, de Stephen C. Lundin, Harry Paul y John Christensen.
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