Hola amigos, soy Silvia Adame Fernández, autora del blog sobre envejecimiento saludable Envejecer en Positivo. Soy de un pequeño pueblo, llamado La Ventilla, que pertenece al municipio de Fuente Palmera, en Córdoba. En este pueblo es donde contacté con Doña Antonia Cobos García, una señora muy agradable.
Me reuní con ella para recoger su experiencia vital en el pueblo. Cuando llegué a su casa, estaba cocinando unas migas. Debido a la gran dedicación que requiere su elaboración, tuvimos que posponer la entrevista para más tarde. No obstante, Antonia me invitó a quedarme con ella mientras cocinaba y comer juntas unas migas ya que, según comentaba “hoy hace día de migas”. Y es que el día estaba nublado, a punto de llover. Las migas en La Ventilla se suelen comer acompañadas de chorizo, pimientos fritos o naranja. Las naranjas aún están un poco verdes, así que nosotros las comimos acompañadas de mandarinas.
Presento un collage, a modo de resumen, de la elaboración de las migas:
Después de comer, comenzamos con la entrevista:
Doña Antonia, queremos conocerla. Preséntese. ¿Qué nos puede contar sobre usted?
Me llamo Antonia Cobos García. Tengo 84 años. Nací el 23 de diciembre de 1929, en La Ventilla, donde crecí junto con mis tres hermanos. De pequeña no pude ir a la escuela porque tenía que ir a trabajar con mi familia. Siempre he trabajado en el campo, cogiendo aceituna, algodón, patatas, de todo.
Cuando me casé, nos vinimos a vivir a esta casa, pero teníamos muy poco y tuvimos que hacerla muy chiquitita.
Nosotros creemos que la mujer no sólo es mujer, sino madre, compañera, abuela, ama de casa, administradora, etc. ¿Cuál cree que es la mayor satisfacción de ser mujer?
Como yo no he sido madre, ahora que lo pienso, mi mayor satisfacción ha sido ser capaz de salir adelante y haber sido muy trabajadora. Estoy muy satisfecha de haber cuidado de mi madre, durante veinticinco años y haber podido disfrutar de ella.
En la sociedad se considera trabajo a la actividad remunerada, pero nosotros creemos que el cuidado de la casa, los animales y la familia también es un trabajo. ¿Dedica usted también su tiempo a disfrutar de la vida?
Antes he trabajado mucho y he disfrutado poco. Ahora que tengo más tiempo, vivo más tranquila y disfruto de mi casa nueva, de pasar el tiempo con la familia, mi marido, mi hermana y mis sobrinas.
¿Qué ha sido lo que le ha ayudado a superar las pérdidas personales y seguir adelante?
Lo que me ha ayudado a superar los problemas de mi vida ha sido el apoyo de mi madre. Ella siempre me decía que no me preocupase y me animaba a resolverlos. También el apoyo de mi hermana Encarna y mi marido.
¿Ha conseguido las metas que, para usted, son importantes en su vida?
Sí. He sido muy trabajadora y he ido consiguiendo lo que me proponía. Ahora me acuerdo de que siempre quise hacer una casa nueva, porque cuando nos casamos tuvimos que hacerla con lo poco que teníamos y la íbamos arreglando poquito a poco. Con el paso de los años y, estando ya mayores, pudimos tirar la casa vieja y hacerla nueva, gracias al esfuerzo de toda una vida trabajando. Ahora me alegro de tener mi casa y la disfrutamos juntos todos los días.
¿Qué bonitos recuerdos tiene del pueblo y le gustaría compartir con todos nosotros?
– Recuerdo cuando íbamos a los lavaderos del pueblo a lavar, porque antes no había agua en las casas. Había que irse muy temprano, para pillar una pila. Cuando ya terminábamos de lavar la ropa, le dejábamos el sitio a quien nosotras quisiésemos, para que lavara su ropa.
– Antes llevábamos a las cabras a pastar a un solar que teníamos en el pueblo. Una vez, se escapó una cabra, se metió en el huerto del Chato y se comió veinte cogollos de lechuga. Al final, tuvimos que pagarle un dinero por el estropicio que le hizo la cabra.
¿Qué cree que, a fin de cuentas, es lo que realmente importa en esta vida?
Para mí, lo más importante es la salud. Aunque tengas dinero, si no tienes salud, ¿para qué lo quieres? El dinero, sin salud, no sirve para nada.
Como persona mayor, que ha vivido toda una vida, ¿qué consejo nos daría a los jóvenes para “capear las tempestades” y reveses de la vida?
Yo os diría que seáis valientes y sigáis adelante siempre. Que hay que ser trabajadores y cuidar también de la salud, que es muy importante.
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Muchas Gracias, Antonia, por haber compartido con todos nosotros su vida y la sabiduría adquirida con el paso de los años. Sus consejos son muy valiosos para nosotros, los jóvenes.
Como muestra de agradecimiento, le regalamos un ramito de rosas, recién cogidas en La Ventilla.
Silvia Adame Fernández
Licenciada en Psicología
Máster en Gerontología, Dependencia y Protección de los Mayores.